Por dónde empezar a reflexionar sobre este mundo del «deporte» actual…
Esta sociedad, en la que todos somos de la especie humana y tan diferentes en todo…
A veces me pregunto como una persona está cansada y le supone un esfuerzo ir simplemente a la compra al Carrefour… y otros suben un 8000 poniendo el cuerpo en situaciones tan extremas que algunos no vuelven.
Qué distintos somos entre nosotros…
Yo llevo toda la vida haciendo deporte… pasé de jugar encerrada en un pabellon de baloncesto, al triatlon.
El baloncesto me gustaba, pero no me llenaba. No era fisicamente exigente (para mí). Que me disculpen los jugadores de este deporte, en el cual tengo muchisimos amigos.
Lo digo con el maximo cariño. Cuando digo que no era fisicamente exigente para mi, es que, no va con mi forma de ser.
Mi forma de vivir el deporte es más de sufrir en el tiempo… no de sprints cortos en un suelo de madera, y de tacticas de equipo.
Me va más el desgaste, el sufrimiento, el machaqueo horas tras horas…
El triatlon me lo ofrece, al menos en la modalidad de LD, en la cual, no hay rivales más alla de mi misma.
Supongo que much@s habeis vivido situaciones de conversaciones con gente «ajena» a este mundillo, en la que los comentarios son tipo:
«¿Pero no te cansas?»
«¿Pero cuantos kilometros son eso?»
«¿En un mismo dia?»
«¿No paras?»
«¿Por que lo haces?»
«¿Pero entrenas todos los dias?»
«¿Y por que?»
Y te sientes hablando en otro idioma, de horas, distancias y sensaciones que no llegan a entender…
Pues demos otro giro de rosca…
Esto pasa en el triatlon…
Sientate a cenar en una mesa con 2-3 personajes que corran ultra trails… ponte en la meta de un ultra y charla con los que llegan.
Observales.
Mira su mirada a pocos metros de meta.
Mira su actitud.
Ahora yo soy esa que alucina… ahora te das cuenta que mis ironman son el Carrefour, que esta gente está a otro nivel.
Este finde «la gordita» era yo…;)
Ves a gente llegar despues de 15h (por no hablar de ultras de 3 dias) de carrera durisima con desniveles que se te escapan.
Sus caras curtidas, piernas fuertes y finas donde las haya. Barro, calcetines tatuados de por vida… cuerpos renegridos. Mochilas con agua, restos de geles, bastones que han sacado y guardado numerosas veces a lo largo del dia… un pantalon, camiseta y poco más.
Solo una cara consumida y unas piernas que ya no aguantan ni la ultima bajada a la entrada en meta por el suelo empedrado del pueblo.
Aqui no hay postureo.
No hay excusas.
La montaña, las horas, el sol, el frio, la niebla, las pendientes, te ponen en tu lugar. O puedes o no puedes.
Y aqui no es tan facil retirarse como en un triatlon, quiza te toque avanzar 2 horas como sea, porque donde estas, no hay acceso a rescatarte.
Y en meta los comentarios son increibles….
Zonas que yo misma he corrido animándoles, cuestas que ni podia subir… para ellos son las zonas «corribles y faciles» del recorrido…
Compañerismo.
Animos siempre.
Es alucinante el ser humano.
Yo defiendo la esencia de cada deporte, la sana, sin más.
La esencia de disfrutarlo. De la honestidad.
Y como dije hace mucho en un post, yo no soy triatleta, soy deportista.
Disfruto del movimiento y del aire libre. Soy consciente del privilegio que es poder correr por un campo sin más.
Luego, que cada uno disfrute como quiera, compita en una cosa, en dos o en todas, y que sea feliz.
Y, para terminar, por supuesto que esto no es sano… ni un ironman, ni un ultra, ni un 8000…
Pero, no he venido a esta vida para salir viva de ella.
Es imposible!